lunes, 14 de enero de 2013

Todas las noches, en la intimidad de mi habitación y de mi mente, me gusta padecer un poco de insomnio durante un buen rato evocando vivencias pasadas con él. Según hacia donde se dirijan mis pensamientos, mis corredorías mentales pueden terminar en pequeñas sonrisas o infinitas lágrimas. Sea como sea, en todos mis recuerdos le quiero con locura. Tan segura estoy de que le quiero como de que estas manos que escriben me pertenecen. Aunque tal vez solo sea una ilusión mía y le pertenezcan a él.

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