miércoles, 7 de agosto de 2013

Un alma en pena que se tira del balcón realizando un perfecto salto olímpico, con transeúntes como espectadores y aplausos que corean el eco del choque contra el suelo. Pies descalzos sin estar fríos. Pies fríos sin estar descalzos. Una Polonia del 44 o un váter como autorretrato.
Hay un corredor de largas distancias bajo el agua que se alimenta de peces dragón o de pinchos de faneca según su cercanía a la superficie del agua y que pide con gritos ahogados una gran burbuja en la que vivir. Hay veces en las que nuestro atleta se entrega completamente a lo monstruoso. Y en sus ojos hay amor y también hay muerte. Y en su mirada lejanía. Quiere encontrar a una mujer que haya nacido con rosas en los ojos y el estigma en la frente.
Y decidiste enamorarte de la vida que es la única que estará ahí hasta que llegue tu estertor de muerte. Así elegiste la opción fácil, que es mejor que enamorarte de una persona, que se mete entre las líneas de los libros que lees, entre las notas de la música que escuchas y entre la gran parte de tus buenos recuerdos. Aunque tuviste suerte y encontraste la clave para olvidarle: abrir la ventana de tu habitación por la que solo entrará aire del sur y dejar de ir a conciertos de punk.
Si pudieras te reducirías a un tamaño microscópico y recorrerías su cuerpo saltando de lunar en lunar. Y probar su piel con sabor a marihuana y hachís. A sal y metal. A piña y queso. A insomnio y ceguera. A calor y humedad.

jueves, 16 de mayo de 2013

El eterno retorno de tus sentimientos, el ser-en-sí de tu perfección y el ser-para-sí de mi amor.

lunes, 6 de mayo de 2013

Que no te vea no significa que no te quiera. Que la lluvia no golpee incesante las ventanas de mi corazón no significa que sea feliz. Que escuche música pop no significa que esté deprimida. Que sea un corredor de largas distancias no significa que esté solo. Que un Beagle te hable sin abrir la boca no significa que estés loco. Quizás el perro sea ventrílocuo. O quizás sí que estás loco y el perro realmente habla con la boca abierta mientras masca un chicle hecho de tus frustraciones y penurias. Que tus ojos carnosos me sonrían y que tus labios verdes me miren con desconfianza. Es contradictorio y confuso. Como una mujer que toca la pistola con el arco de un violín para que del cañón de su arma salgan flores. No quiero perderme entre tanta decisión ni tanto camino por tomar. Preferiría perderme entre tus cálidas sábanas o entre tus besos. Sin pensar en ningún futuro o sin tener ninguna decepción. Me recuerdas a un rascacielos que no está contento con su condición. O a un perro que quiera ser criado por una mecedora hecha de leche. En 1993 me lo dijiste claramente: no más color en tu vida de daltónicos. Y aquí estoy, en una película muda y ausente de todo color. Al menos se oye un piano a lo lejos. Espero que seas tú el pianista, o al menos alguien a quien hayas cedido tus tés de vainilla o tus zumos de piña.

jueves, 25 de abril de 2013

Y quizás me haya perdido hace tiempo ya entre los sinuosos caminos de tus sentimientos. Porque nunca me diste mapa ni brújula, ni me tendiste una mano o me indicaste el camino. Ahora solo tengo dos opciones: seguir a la deriva por este laberinto, como un astronauta perdido en el espacio sin nave ni tripulación, o deshacer el camino, recogiendo las migas de pan, como un cuento de Hánsel y Gretel con final feliz.
Pero soy humana, y acabaré decantándome por el camino difícil y doloroso. Porque, como el universo, mi estupidez no conoce límites.
Y me pregunto si ya es demasiado tarde, o si nunca ha habido una oportunidad o un te quiero verdadero. Ven, siéntate, y háblame de esa tenia que te sale por la arteria aorta. O por qué debo morder mis labios cuando te quiero besar o la lengua cuando te quiero hablar. 
Quizás simplemente no sea el momento o el lugar, o la gente o el azar, o el gato en el altar o el verte pasar, quizás los pitillos en el cenicero o los cigarrillos en el tendedero, quizás tu sonrisa que se marchita o el silencio de la mezquita que me perturba y me oprime mientras oigo al bebé llorar en mis brazos. El bebé que llegó junto a su hermano en una cesta descendiendo por el río hasta mis pies. Y yo, obedeciendo a la naturaleza o a los dioses que me los conceden, cojo a los gemelos y los amamanto y los veo crecer, como si fueran mis hijos, como si fueran de mi especie, como si algún día fueran a aullar, como si Rómulo no lo fuera a matar.
Y tú eres ese bebé, tú eres ese Remo que agoniza, esa tenia en la arteria, esos labios contra los míos, eres el azar, el karma, el Alá de la mezquita, mi cigarrillo de la mañana, mis pitillos arrugados, mi querido gato de ojos marrones esperándome en el altar, soy tu sonrisa y tú eres la mía. Eres la lluvia, eres el sol, eres mi cielo y mi vida. Eres Edith Piaf, eres Ringo Starr. Y yo te quiero y te adoro, y te vuelvo a dejar escapar. Eres un taxi en la medianoche, eres la cara oculta de la luna, una ola perdida, un paseo al amanecer, eres las montañas y los ríos, eres la nieve y la lava, eres la India y eres Amsterdam, las guerras, los pactos, los llantos, las bombas, los besos, los azahares. Eres toda mi realidad, todo mi mundo, todo mi ser.

lunes, 18 de febrero de 2013

Puro éxtasis, felicidad desbordante, placer inacabable... Mejor que cualquier droga, mejor que un día de verano, mejor que los batidos, que la playa, que el Sol, el mar refrescante, la arena que te acaricia... Mejor que algo caliente en invierno, que un sobresaliente, que los profesores simpáticos... Mejor que un buen día de snow, mejor que los tés, el English breakfast, el Earl Grey, la menta poleo, la canela, la vainillla, ¡la miel!... Mejor que la sonrisa de un vagabundo que recibe una limosna generosa, que los bizcochos de chocolate, los huevos fritos, el azúcar, los transgénicos, el veneno en la piel, la victoria en la guerra de Troya, la hierba, la infancia, los perros, los bebés, el azul... Que un buen libro... Mejor que el momento de éxtasis de tu canción favorita, mejor que Something, que los Stray Cats, que Scarborough Fair, que A Day In The Life, que Manu Chao, los Arctic Monkeys, Home, Zimmerman, Ian Curtis, Freddie Mercury... Mejor que la música... Mejor que el cielo sin una nube, mejor que un preso libre, mejor que un campo de centeno, mejor que volar, mejor que la libertad... Mejor que el momento de nacimiento, mejor que una muerte dulce, mejor aun que la vida... Mejor que nada y que todo. Por encima de eso, por encima de las mejores sensaciones que se te puedan pasar por la cabeza, justo un escalón por encima... En ese escalón estás tú.

sábado, 16 de febrero de 2013

Hay un más allá detrás de todo esto. Un te quiero entre las despedidas y los despegues. Esas arrugas no las recordaba. Estás tan roto que ni te veo. En el poso de ese té habrá una respuesta a todas las veces que te pregunté sin que contestaras. Julio de tormenta. No creí que del Septiembre que envejece saldría un poema de cada arruga. No creí que pudiera haber tan poca diferencia. Una mecedora que te agita y te perturba. Hay alguien que nos vigila. Y su mirada me quita el sueño. Hay un porqué detrás de toda nuestra existencia, o solo el paso del tiempo y el absurdo. Hay una verdadera realidad, o solo la egoísta perspectiva de cada individuo. Hay un amor verdadero o solo gente que se engaña. Hay un gato persa detrás de la ventana. Que huirá en cuanto detectes su presencia. Pero no huirá su recuerdo hasta que tu vida se haya consumido por completo. Como una vela que se apaga. Como un lobo que aúlla. Seguirás el sendero que he trazado hasta llegar a un campo de centeno. Te tumbarás allí hasta que caigas dormido, o irás hasta el borde del precipicio, donde yo evitaré que caigas al vacío. Pero tú elegirás qué camino elegir. Una bicicleta con radios de cristal. Un coche con cristales de metal. Un sauce que no llora. Un perro que te mira y te arropa. Una mano que un traidor te tiende. Le hablo a la persona que tengo enfrente y que me escucha, hasta que caigo en la cuenta de que soy yo misma. Y caigo en la confusión como Narciso.

lunes, 21 de enero de 2013

``La muerte entra dentro del dominio de la fe. Hacen bien en creer que van a morir, por supuesto. Eso les da fuerzas. Si no lo creyeran así, podrían soportar la vida que llevan? Si no estuvieran sólidamente apoyados en la certeza de que hay un fin, acaso podrían soportar esta historia?´´

lunes, 14 de enero de 2013

Todas las noches, en la intimidad de mi habitación y de mi mente, me gusta padecer un poco de insomnio durante un buen rato evocando vivencias pasadas con él. Según hacia donde se dirijan mis pensamientos, mis corredorías mentales pueden terminar en pequeñas sonrisas o infinitas lágrimas. Sea como sea, en todos mis recuerdos le quiero con locura. Tan segura estoy de que le quiero como de que estas manos que escriben me pertenecen. Aunque tal vez solo sea una ilusión mía y le pertenezcan a él.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Suelo pensar en ti cuando las palabras se desvanecen y el ambiente queda cargado como el café de hoy que olía a ti. También irrumpes en mi mente cuando la última luz se apaga y el último escalofrío cruza la espina dorsal, haciendo alpinismo por las vértebras, escalando la nuca, haciendo un descanso para darle un delicado beso a tu cuello. De una forma extraña me amaste, de forma tan extraña como tus idas y venidas, tus formas de saludar y de irte. Dónde has escondido todo tu amor. Era mi medicina para el dolor. Arena de Mayo que te cuelas en sus zapatos. Escóndete bien y no salgas nunca de ahí. Can I stay here forever? Mientras respires habrá esperanza. Un neonato asustado que te mira con grades ojos azules a través del grueso cristal. Un cigarro que se convierte en ceniza en cuestión de minutos. Como un cadáver que es incinerado. Un ataúd que desciende hacia el mismo centro de la Tierra, un familiar le tira una rosa, otro le llora, el ataúd arde en el infierno y su dueño es castigado por sus imperdonables pecados durante toda la eternidad. Un cadáver con un balazo en la cabeza al que se le encharcan los pulmones de agua mientras desciende por el río. 'Espero que cuando me muera alguien tenga el suficiente sentido común para que me tiren a un río o algo así. No quiero que llueva sobre mi estómago en un estúpido cementerio.' Tu recuerdo clavado en mi cerebro como una bala. Apiádate de mí y quítamela, como si fuera un pez al que pescas y le quitas el anzuelo de su mojada y agonizante garganta. Una avispa que te clava el aguijón y se le desprenden las tripas. Se sacrifica por hacerte pasar un mal rato. Como muchas personas. Seguiré viendo tu rostro cada vez que cierre los ojos. Aparecerás en mis sueños cuando mi respiración se acompase. Tu recuerdo me acompañará a la tumba, a la muerte que tendré y que aun no sabe nadie como será. Un amor sin llegar a consumar más en la historia, del que nadie tendrá conciencia como de una carta que nunca se llegará a escribir. El mundo continuará girando con su gente estúpida a bordo. Espero que nos encontremos en los Campos Elíseos, y que esperemos juntos mil años a que alguien nos dé otro cuerpo humano en el que habitar. Pero, por ahora, olvídate de mí.

martes, 20 de noviembre de 2012

''Me gustaría nadar en un gran océano contigo. Dormir sosteniendo tu mano. Dormir juntos toda la mañana durante los fines de semana. Estar todo el día en pijama y ver nuestras películas favoritas. Te haría olvidarte de todos tus problemas. Hablaríamos de nuestros sueños y demás palabrerías. Solo hablar por hablar contigo. Te quitaría el mal humor y, en fin, te haría feliz.''