Seguro que conoces esa sensación de cuando estás sentado en la orilla de un río o de un lago, o quizás pescando en un barco en medio del mar, y hay un gran silencio muy agradable, y entonces escuchas un chapoteo en el agua, miras en esa dirección, ves unas pequeñas ondas que se desvanecen poco a poco y comprendes que un pez acaba de saltar. Pues eso es lo que siento cada vez que sonríes y tus ojos brillan con intensidad y aparecen en ellos pequeños fuegos artificiales y veo tus pequeños dientes y se te forman hoyuelos en la mejilla. Primero tengo esa sensación. Luego se me encoge el estómago, se me para la respiración, el corazón me da un vuelco y el tiempo se detiene durante unos instantes.
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