Puro éxtasis, felicidad desbordante, placer inacabable... Mejor que cualquier droga, mejor que un día de verano, mejor que los batidos, que la playa, que el Sol, el mar refrescante, la arena que te acaricia... Mejor que algo caliente en invierno, que un sobresaliente, que los profesores simpáticos... Mejor que un buen día de snow, mejor que los tés, el English breakfast, el Earl Grey, la menta poleo, la canela, la vainillla, ¡la miel!... Mejor que la sonrisa de un vagabundo que recibe una limosna generosa, que los bizcochos de chocolate, los huevos fritos, el azúcar, los transgénicos, el veneno en la piel, la victoria en la guerra de Troya, la hierba, la infancia, los perros, los bebés, el azul... Que un buen libro... Mejor que el momento de éxtasis de tu canción favorita, mejor que Something, que los Stray Cats, que Scarborough Fair, que A Day In The Life, que Manu Chao, los Arctic Monkeys, Home, Zimmerman, Ian Curtis, Freddie Mercury... Mejor que la música... Mejor que el cielo sin una nube, mejor que un preso libre, mejor que un campo de centeno, mejor que volar, mejor que la libertad... Mejor que el momento de nacimiento, mejor que una muerte dulce, mejor aun que la vida... Mejor que nada y que todo. Por encima de eso, por encima de las mejores sensaciones que se te puedan pasar por la cabeza, justo un escalón por encima... En ese escalón estás tú.
lunes, 18 de febrero de 2013
sábado, 16 de febrero de 2013
Hay un más allá detrás de todo esto. Un te quiero entre las despedidas y los despegues. Esas arrugas no las recordaba. Estás tan roto que ni te veo. En el poso de ese té habrá una respuesta a todas las veces que te pregunté sin que contestaras. Julio de tormenta. No creí que del Septiembre que envejece saldría un poema de cada arruga. No creí que pudiera haber tan poca diferencia. Una mecedora que te agita y te perturba. Hay alguien que nos vigila. Y su mirada me quita el sueño. Hay un porqué detrás de toda nuestra existencia, o solo el paso del tiempo y el absurdo. Hay una verdadera realidad, o solo la egoísta perspectiva de cada individuo. Hay un amor verdadero o solo gente que se engaña. Hay un gato persa detrás de la ventana. Que huirá en cuanto detectes su presencia. Pero no huirá su recuerdo hasta que tu vida se haya consumido por completo. Como una vela que se apaga. Como un lobo que aúlla. Seguirás el sendero que he trazado hasta llegar a un campo de centeno. Te tumbarás allí hasta que caigas dormido, o irás hasta el borde del precipicio, donde yo evitaré que caigas al vacío. Pero tú elegirás qué camino elegir. Una bicicleta con radios de cristal. Un coche con cristales de metal. Un sauce que no llora. Un perro que te mira y te arropa. Una mano que un traidor te tiende. Le hablo a la persona que tengo enfrente y que me escucha, hasta que caigo en la cuenta de que soy yo misma. Y caigo en la confusión como Narciso.
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