He intentado preguntártelo en algunos sueños, pero en ellos eres solo una imaginación, un holograma. No me responderías como lo harías tú en la realidad. Por eso debe de ser que mi subconsciente siempre te hace desaparecer de nuevo y me despierto con la luna mirándome a través de la ventana con cara de aprensión. Y me quedo toda la noche pensando en ti y en tu mirada. Y al día siguiente, con las marcas negras que narran mi noche bajo los ojos, me dirijo a clase preguntándole al cielo lo mismo que te preguntaba a ti en sueños. Y nunca encuentro respuesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario