domingo, 29 de abril de 2012

'' Los ojos de Naoko habían ganado en transparencia. Una transparencia que no iba a ninguna parte. A veces, sin razón aparente, clavaba sus ojos en los míos. Cada vez que ocurría, a mí me embargaba la tristeza. ''
'' Pasé el período más vulnerable , más inmaduro y a la vez más decisivo de mi vida respirando a pleno pulmón el aire salvaje, improvisado y espontáneo de los años sesenta, que, como es lógico, acabó emborrachándome por completo. ¡ Había tantas puertas que debíamos abrir de una patada ! Sí. ¡ Y qué fantástico era tener ante los ojos puertas para que las abriéramos a puntapiés ! Y todo eso con los Doors, los Beatles, Bob Dylan y los otros como música de fondo. ''
Tan verdad es que cuando oscurece siempre necesitamos a alguien como que, cuando amanece, siempre necesitamos recordar que nos queda todavía algún objetivo en la vida.

miércoles, 25 de abril de 2012

Entonces se da cuenta de que lo que experimenta hacia él es una especie de anhelo adolescente. Un deseo de estar entre sus brazos que nunca se va a poder llevar a cabo. Inalcanzable. Pero es un anhelo que dura un momento, solo mientras él se mantiene en esa postura. Luego gira la cabeza, se encuentra con la mirada de ella y le dice algo absurdo. Y entonces el resto de la tarde se desarrolla como si nada. No hay rastro de aquel deseo momentáneo. Se esfumó. Como el humo de su cigarrillo que asciende lentamente hacia el techo, desvaneciéndose, buscando la libertad, agonizante, deslizándose por sus labios, su nariz, sus mejillas, su pelo, su ropa. Desaparece, igual que él.

lunes, 23 de abril de 2012

Se siente como si estuviera en medio del desierto. Puede gritar hasta quedarse sin voz, gesticular o correr en círculos, pero no importa. Porque nadie la va a oír. Va a seguir en la extrema soledad de esa arena sin fin, que parece que nunca termina. Mira hacia la derecha, mira hacia la izquierda, y todo es arena. Como si cada granito de arena fueran sus problemas.Y alza la vista al cielo y no ve ni una sola nube, todo es tan azul que da hasta vértigo. Y allí, en aquella profundidad, piensa en ese Dios al que tanta gente reza y que no se deja ver cuando de verdad se le necesita. Tanta gente perdiendo su tiempo y su vida predicando a algo que no existe. Pero a ella eso ya le da igual. Porque cae sobre sus rodillas levantando arena, sus problemas. Se deja caer y nota la ardiente arena en su cara y piensa en lo bien que estaría en ese momento beberse un buen vaso de agua fresca. Y comienza a notar los párpados pesados, como dos monedas. Y ve unas palmeras a lo lejos, pero no tiene fuerzas para levantarse. Los párpados pesan ya como dos corderos. Y empieza a ver como las dunas se van alejando más y más. Y sus párpados son dos grandes búfalos y deja que por fin se cierren y se deja mecer en un profundo sueño. Y se queda así, tendida en la arena. Para siempre.

domingo, 22 de abril de 2012

`` Él no es perfecto. Tú tampoco lo eres, ni los dos juntos seréis nunca perfectos. Pero si él te puede hacer reír, te hace pensar las cosas dos veces y si él admite que es humano y que comete errores, aférrate a él y dale todo lo que puedas. No te va a recitar poesía, no va a pensar en ti a cada segundo, pero él te va a dar una parte de sí mismo que sabe que tú podrás romper. No le hagas daño, no cambies su forma de ser, y no esperes de él más de lo que pueda dar. No lo analices todo. Sonríe cuando te haga feliz, házselo saber cuando algo te enfade y échale de menos cuando no esté ahí. Porque los hombres perfectos no existen, pero hay un hombre perfecto para ti. ´´ Bob Marley

jueves, 19 de abril de 2012

Cuando se deprimía en las noches lluviosas de principios de Octubre, solía saltar el muro y pasear entre las vías del tren con las manos en los bolsillos. Cada vez que un tren pasaba, silbante y rápido, él sonreía por debajo de la protección de su abrigo. Le gustaba el escalofrío de la adrenalina, que recorría su espina dorsal y le llegaba hasta la punta de los dedos. También le gustaba imaginarse que algún pasajero había visto su reflejo y se había sobresaltado creyendo haber visto un fantasma. Porque, al fin y al cabo, en eso le gustaría transformarse. En un mísero espíritu errante por las vías del tren, sin sentimientos, sin recuerdos y, sobre todo, sin vida.

miércoles, 18 de abril de 2012

Unlucky era un perro medio lobo. Su padre había sido un fuerte y gran lobo que se había impuesto a los débiles y hambrientos perros. Su madre, un husky siberiano magnífico. Su pelaje relucía, sus ojos brillaban de vida y su inteligencia impresionaba. Al verla parecía que brillaba por sí sola. Unlucky, un mestizo condenado al odio de la gente de la ciudad debido a que por su sangre corrían aullidos en noches de luna llena, fue el único sobreviviente al parto de una camada de seis preciosos cachorros. Los encontramos, a él y a su madre llena de magulladuras de la última paliza del bastardo que estuvo a su cargo, atados a un poste de electricidad de las afueras. Unlucky se alimentaba de la leche de su madre con los cadáveres de sus hermanos esparcidos a su alrededor. Su madre tenía un estado de desnutrición bastante avanzado cuando los encontramos. No fue posible salvarla. Pero a Unlucky sí. Hubiese sido mejor para él el final de sus hermanos, pero no tuvo esa suerte. La gente lo miraba con asco y aprensión por la calle e intentaban no pisar por donde él lo hacía. 
Murió la noche que me encontró a mí. Murió por la razón que lo hubiese hecho yo de no ser por él. Fue el primero en encontrarme en medio de tanto hielo. Me rastreó y corrió kilómetros. Se me acercó mansamente. Noté su cálido aliento en mi gélida cara, sus ojos azules clavados en los míos y sus fuertes latidos al lado de los míos, lentos y débiles, como intentando compensarlo. Era como algo irreal.  Me dio un golpecito con el hocico en la mejilla y luego se hizo un ovillo, apretujado a mí. Con manos temblorosas me agarré con fuerza a su suave y denso pelaje, me sentí protegida y dejé que por fin mis ojos se cerraran sin miedo a que nunca más se abrieran. Desperté en una camilla de hospital. No habría sobrevivido aquella noche de no ser por Unlucky. De alguna forma, me dio su vida. Como si hubiésemos hecho un escalofriante trato con el diablo. Unlucky se sacrificó por mí. Y le estaré eternamente agradecida.

martes, 17 de abril de 2012

Ella le ama en silencio. Pero le ama por encima de todas las cosas y eso es lo importante. Pero ella se siente triste a menudo. Porque sabe que no es correspondida. Por eso le ama en silencio. Para no hacer daño a más gente aparte de sí misma. Le ama en silencio. Todos los días del año. A todas horas. Sufre. Sin hablarle a nadie de su dolor. Solo le ama en silencio.
Love is here to stay.
Ella suele pedir en el silencio de su cuarto una vía de escape. Mientras nota como las lágrimas bajan precipitadamente por sus mejillas. Pero ella sigue sentada en el suelo, dejando que su rostro se humedezca y que las lágrimas sigan cayendo una a una. En silencio. Y su mente es un caos llena de gritos y desesperación. Pero por fuera está tranquila. Y ella cree que eso es lo importante. Mientras que por fuera aparente no tener corazón, no se lo romperán.
Es como una cebolla. Puede que tenga muchas capas externas. Pero si las vas quitando, descubres su interior. Y entonces es cuando lloras.
Días en los que estás en la cresta de la ola y días en los que estás bajo el agua.

jueves, 12 de abril de 2012

Tomaron asiento, bebieron vino, charlaron. Luego ella se negó. Al cabo de unas horas su casa ardía en llamas.
Y  yo sigo queriéndote cual gilipollas como el primer día. Pero aun y así tú sigues sin saber nada y yo sigo guardándome todo el amor que llevo dentro. That's life.

martes, 10 de abril de 2012

A veces ella se siente como si su vida fuera una gran tormenta. Oscura, gris, impredecible y deprimente. Es difícil salir de ahí y no puede hacer nada por cambiarla. Pero aunque viva entre nubarrones a veces aparecen relámpagos que animan la tormenta y le dan rayos de luz. Eso es lo único que la anima a esperar a que se vayan los nubarrones.
Las olas arremetían contra el muelle una y otra vez. Como si se quisieran llevar una a una las tablas de madera al fondo del océano. Chocaban con fuerza contra él y en un momento se deshacían. Pero enseguida se creaba otra nueva más fuerte si cabe. Y se arremolinaba, se revolvía y se retorcía. Aun y así, el muelle siguió allí, impasible.

Dejó de ser inocente una calurosa noche de Agosto del año 1964. Estaban en la buhardilla de él. Un reciente éxito de los Beatles sonaba desde algún piso cercano y se oía nítidamente en el interior de la estancia. Sus cuerpos se fundieron en uno y sus latidos se acompasaron. Al día siguiente ella se fue sin avisar. Cuando caminaba a la vez que el sol surgía por el Este, canturreaba alegre la canción de la noche anterior. Su piel aun recordaba el tacto de las manos de él, su ropa aun olía a su perfume, sus mejillas notaban sus suspiros. Años después, aun era capaz de recordar como olía aquella buhardilla a recién pintado, recordaba con detalle los cuadros, el tocadiscos, la cerradura estropeada, el pez en la pecera. Sin embargo, era completamente incapaz de recordar la cara de él.

lunes, 9 de abril de 2012

For example, I'm addicted to you.
La gente no debería tatuarse nombres propios. La vida da vueltas, la gente cambia y luego hace daño a sus seres queridos. Y entonces ya es demasiado tarde, ese nombre queda grabado con tinta en tu piel, igual que su recuerdo en tu memoria. Solo hay que tatuarse los nombres de las personas que ya no están. Los muertos no decepcionan.

Eso duele y es complicado de explicar. Es como si ella fuera un pájaro que se cae del nido. Da igual que un alma caritativa se ofrezca a dejarlo otra vez el lado de su familia. Ese pájaro está herido. No volará. Verá como sus hermanas vuelan y ella se quedará en el nido. Hasta que los padres también se cansen. Se quedará en el nido sola. Como un cuervo abandonado.

domingo, 8 de abril de 2012

Verdad que sería genial vivir en Alaska? Y a qué coño estamos esperando para irnos a vivir los dos en el exilio?

domingo, 1 de abril de 2012

Es igual todo lo que me esfuerce en acercarme a ti. Porque tú siempre estarás en tu mundo y seguirás con tus chicas. No importa todo lo que te hable o todo lo que te intente comprender. No conseguiré nada. Pero tampoco soy capaz de hacerme a la idea de ello. No lo asimilo. Te quiero más de lo que me debería y sigue sin ser suficiente.
Es igual todo lo que hagamos o todo lo que inventemos, porque al fin y al cabo, es solo una repetición ligeramente cambiada de todo lo que hicieron nuestros antepasados a lo largo de los siglos. Todo lo que hagas, ya lo habrá hecho un tatarabuelo tuyo y todos los sentimientos que te arremeterán a lo largo de tu vida ya lo habrá sentido alguien antes.
No les importa mi opinión, se niegan a escuchar mi música, desprecian mis gustos, me ignoran, no prestan atención a mis preguntas, miran por encima del hombro a todo lo que me gusta, hacen grandes esfuerzos para conseguir sacarme de mis casillas, no me escuchan, me tratan con inferioridad, se mofan... Y luego se sorprenderán cuando se den cuenta de lo que hago.
A veces se siente muy sola. Como si fuera el último espécimen de una raza en peligro de extinción. Se siente sola como si nunca más pudiera volver a ser feliz. Y cuando se siente así no encuentra refugio ni esperanzas en la negrura de su mente. Se encierra en sí misma y se queda así durante horas. Puede que hable con los demás y que mantenga su vida, pero en el otro lado, es su interior, está vacía, podrida como una manzana que lleva semanas al sol.