martes, 17 de abril de 2012

Ella suele pedir en el silencio de su cuarto una vía de escape. Mientras nota como las lágrimas bajan precipitadamente por sus mejillas. Pero ella sigue sentada en el suelo, dejando que su rostro se humedezca y que las lágrimas sigan cayendo una a una. En silencio. Y su mente es un caos llena de gritos y desesperación. Pero por fuera está tranquila. Y ella cree que eso es lo importante. Mientras que por fuera aparente no tener corazón, no se lo romperán.

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