Aunque son pocos, realmente hay momentos que no cambiarías por nada. Y eso te duele más que nada en el mundo, porque sabes que en cuanto tenga una oportunidad te va a traicionar, y que por mucho que hagas no lo vas a poder evitar. Pero mientras tanto, sigues con tu vida de gato solitario recorriendo tejados, y le ocultas a los demás tus sentimientos, intentando vivir el presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario